Ahora creo en mi.

Han pasado exactamente diez días desde que dejé de ser aquella niña asustada.

Aquella niña que tenía miedo y que no tenía confianza en sí misma.

Ahora, puedo decir todo lo contrario.

Soy una personal totalmente distinta.

Me siento segura, más segura de lo que nunca he estado. Confío en mi y en lo que puedo llegar a ser. Me siento bien.

No, no tengo miedo. Y no tengo por qué.

Hay un millón de oportunidades que quiero aprovechar, y no pienso volver a desperdiciar ninguna de ellas.

Es ahora o nunca.

Ahora puedo gritarlo, decirlo, susurrarlo... Soy feliz.